tag:blogger.com,1999:blog-17635524300946182152023-11-16T09:38:56.735-06:00Pardo BandaiBrava y bonitaPardo Bandaihttp://www.blogger.com/profile/00737957704489916159noreply@blogger.comBlogger34125tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-48296288249155608422018-03-01T23:31:00.001-06:002018-03-02T09:59:30.440-06:00Hello stranger...<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGnrGtKeWGxKtkrcBqcfi-8t9ATkJkkvp8I7AqiTDxC-Oddr-jyZbisIZ1HnE9Q7XqiT4e-jscoYrOIBwEfhmWugZcSPPyocIksbXFJRD_kFCahiiGVO6H3gZXxroUMnFnTuzezNhXBHL3/s1600/adam-solomon-472458-unsplash.jpg" imageanchor="1"><img alt="Hello Pardo Bandai" border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGnrGtKeWGxKtkrcBqcfi-8t9ATkJkkvp8I7AqiTDxC-Oddr-jyZbisIZ1HnE9Q7XqiT4e-jscoYrOIBwEfhmWugZcSPPyocIksbXFJRD_kFCahiiGVO6H3gZXxroUMnFnTuzezNhXBHL3/s400/adam-solomon-472458-unsplash.jpg" title="Hello Pardo Bandai" width="400" /></a></div>
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La última entrada que quedó plasmada en este blog data de 2015 y "oh boy!" (espero que esto sea como andar en bicicleta porque tiene mucho que no escribo por placer). Uno pensaría que 3 años es poquito tiempo, pero poniendo en retrospectiva este lapso, siento como si hubiese entrado al programa de protección de testigos y empecé una vida completamente nueva. <br />
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Pero vámonos por partes, no hay necesidad de adelantarse al giro tan radical de mi existencia que, al final, no es como que sea una celebridad para que les importe aunque este es mi blog (abandonado y percudido) y escribo en él todo lo que se me venga en gana (o sea, ¡pffff!, como si lo monetizara).<br />
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Back to the future I</h3>
Mi regreso triunfal a la blogósfera (¡verga con la palabra dosmilera!) no ha sido más que una hermosa casualidad. Cuéntoles: hace unas semanas alguien que conocí en Tinder (sí, pequeños seres de luz, he regresado a la soltería y como me da una hueva inconmensurable salir a conocer gente en el mundo real, decidí auxiliarme de una app), resultó que este señor me agregó a WhatsApp para platicar más profundamente y vio que puse en mi nickname "Pardo Bandai" (el cual he usado desde hace mil años en todas las redes sociales).<br />
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Como me he enfocado en el mundo digital, uno pensaría que el SEO (si usted no sabe qué es eso, le dejo el link <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Posicionamiento_en_buscadores" target="_blank">aquí</a>) en mi vida personal-digital debería ser parte importante, pero siendo completamente sincera no es así. ¡MI SEO PERSONAL ES UN ACCIDENTE! Pardo Bandai nació como un alter ego y ¡BAM!, terminó convirtiéndose en mi marca y mi existencia, por lo que al googlearme, el señor en cuestión me encontró ipso facto. ¡EN TODOS LADOS!<br />
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Accidentes felices, como los de Bob Ross</h4>
El señor en cuestión me contó que su búsqueda había resultado fructífera y que sabía muchas cosas de mi. Ahora, una persona normal se podría freakear por el asunto del "¡nememeeeees, stalker!", pero como el señor me gusta pues obvio mi reacción se focalizó en el pinche hecho de que lo hice bien con mi SEO, a pesar de no ser intencional (googleé, fiel lector, "pardo bandai" y ¡oooooooh verá!).<br />
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Al darme cuenta de este hermoso accidente (por supuesto que yo también me googleé en ese momento) pedí ayuda a una compañera de trabajo y le indiqué que me buscara en Bing y en Google y el SEO accidental había cumplido su misión nuevamente. Probé desde diferentes IPs, dispositivos y ciudades y el resultado ha sido el mismo. Mis palabras clave han hecho su magia sin que yo siquiera lo planeara ni tuviera una estrategia bajo la manga. ¡TOMA ESO, PARDO PROFESIONAL!<br />
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Obviooooo, al darme cuenta de los resultados de la búsqueda, apareció este pedacito de internet todo mosqueado y triste. Lo abrí y comencé a leer la cantidad de pendejadas que venía a vomitar aquí otrora. Fue inevitable... la nostalgia me hizo cachitos el corazón y me puse a pensar en lo pinche triste que es tener que escribir para trabajar y no por el puro pinche gusto de hacerlo.<br />
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Después me acordé que estoy hasta el cuello de trabajo y que cuando llego a casa solo quiero morir despacito, en lugar de ponerme a escribir algo sin sentido para vaciar la cabeza después de un día pesado. Es muy asquerosa la forma en la que le hago lap dance a la adultez. No puedo ni verlos a los ojos (en sentido figurado, porque están leyendo esto a través de una pantalla y no cuenta).<br />
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Back to the future II</h3>
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Hoy, mientras platicaba con una amiga, hablábamos sobre hacer contenidos fuera de la chamba a manera de desahogo (como no lo hago en mi blog... mi abuela -q.e.p.d.- diría "Farol de la calle..." -perdón abue por mi loca loca vida-) y que qué bonito sería armar un podcast, y que qué chulo sería escribir cosas bonitas y no con el marketing como mensaje subliminal y tal.</div>
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Le conté que alguna vez tenía un blog y lo disfrutaba muchísimo. Salió a colación (random: ¿qué pedo con la <a href="https://www.google.com.mx/search?q=colacion+dulce+mexicano&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwjuvsTw-szZAhULVa0KHcH-AbEQ_AUICigB&biw=1366&bih=661" target="_blank">colación</a>? ¿Por qué sigue existiendo si a nadie le gusta?) la anécdota de arriba. Cualquier amiga normal me habría dicho "¡nememeeeeees, stalker!", pero no solo se enfocó en hacer la búsqueda en Google y entrar a este cadáver.</div>
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Como me dio un chingo de pena verla leer esto y me sentí como cuando las mamás reciben visitas y dicen "¡Ay, disculpa el desorden!" aunque no haya ni un pedo fuera de lugar, decidí dejarla y regresar a trabajar. En la comida, me dijo que estuvo leyendo varias entradas y que le gustó cómo escribo cuando no hablo sobre tecnología y negocios digitales.</div>
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Me propuso un "negocio" que más bien es un favor (pero bueeeeh... equis, no es como que ahorita tenga 70 pesos en mi cuenta). Esta vez mi blog, así todo raído, con cucarachas ocultándose en la oscuridad del código HTML y telarañas entre párrafos, me ha abierto una puertita. Y yo, cual vil ingrata y grosera, no soy ni para darle una vuelta y escribirle algo aunque sea una entrada chiquita.</div>
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Back to the future III</h3>
Por azares del destino, la vida o Yisus-tap-dancing-crais (¡a que lo extrañaban!), estoy haciendo una maestría (esos son párrafos de otro post) en negocios digitales (porque me he vuelto evangelizadora -me caga ese término un chingo, pero pos ya estamos entrados en el tema- de la tecnología) y, como cualquier experiencia educativa, la tarea es de cajón.<br />
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Gracias a que estoy en el módulo de e-commerce, tuve que crear una tienda online para la evaluación y cuando la armé, me pidieron vincular un sitio web. Como no tengo ni un negocio en el que venda algún bien o servicio, pues se me hizo fácil vincular este vetusto blog y cobrar las piezas para canibaleo (nocierto, namás quería hacer la integración de plataformas y ver qué pasaba. No lo logré, pero no importa, después leí que eso era opcional).<br />
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Como tenía que meterle mano a los fierros de este sitio, la verdad me puse a procrastinar y nuevamente terminé leyendo entradas. Me enganché en chinga y valí verga apocalípticamente. Me dije a mi misma <br />
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<span style="font-size: x-small;">"¡Ya, señora, ya! ¡Para tu mame! Sabes que quieres volver a escribir por gusto y no porque te pagan por hacerlo. Sabes que Twitter no llena el vacío existencial, que Instagram solo es para publicar tus fotos hípsters y que Facebook ya te tiene hasta la madre. ¡Escribe, chingadamadre! ¡Escribe como antes! ¡Libera tu diarrea verbal mientas miras hacia el horizonte (bueno no, porque a veces eres medio pendeja para escribir sin ver el teclado)!</span></div>
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Así que puse manos a la obra (¿"manos a la obra"? ¿Qué me siento? ¿Cositas?) y salió esto. Es imperativo recalcar que el estilo ha cambiado (un chingo, creo), pero tampoco esperaba cacarear como otrora porque es parte de la evolución. Pardo Bandai se ha convertido en parte de mí y yo de ella. Somos una misma y hemos cambiado y crecido juntas. Ya no podemos ser una sin la otra y esa amalgama ha trasmutado en una piña con chilito del que pica poquito.<br />
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Tampoco es como que esperara que a la primera provocación de agarrar el teclado y hacer una entrada en algo tan personal saliera la verborrea que hasta 2015 era común. Hoy en día mis desahogos mentales se disuelven en diferentes plataformas. Venir a escribir algo sin carnita o hacerlo porque es mi deber limitaría más la fluidez de este blog.<br />
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Es muy pinche difícil equilibrar eso y no prometo venir seguido acá porque ya sabemos que parezco esta canción de Daniela Romo:<br />
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<iframe allow="autoplay; encrypted-media" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/vUVpBrmSmTA?rel=0" width="560"></iframe>
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Empero, mis ganas de escribir no se irán porque es una necesidad, lo siento en mi pancita. Haber hecho esta entrada me devolvió un pedacitp del amor que sentía por las letras. Chance y con un poquito más de kilómetros pedaleados en el futuro, vuelva a saber balancearme en la bici y no me parta la madre tan recio como me la he partido estos últimos 3 años. Ténganme un poco de paciencia que ya vuelvo.</div>
Pardo Bandaihttp://www.blogger.com/profile/00737957704489916159noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-47373696163207626082015-04-23T23:06:00.001-05:002015-04-23T23:12:50.304-05:00¿Alguien lee esto?<p dir="ltr">Estoy segura de que no, ya ni las moscas vienen a darse un festín con este cadáver que queda de mi blog. Pero entonces si no hay nadie que lea mis improperios, puede ser una gran oportunidad para desahogar esta diarrea verbal que traigo atorada en el cogote. </p>
<p dir="ltr">Parece como cuando tienes chingos de ganas de cagar y esperas a que todos los cubículos del baño queden libres para poder liberar sin penas tu malestar estomacal. Agradezco a Twitter su intervención y la oportunidad que tengo de regresar de ponerle el cuerno a mi blog con los blogs de las empresas para las que escribo para ganarme el pan de cada día. </p>
<p dir="ltr">Utilizaré esta plataforma como el método perfecto de evacuación mental que me he autoimpuesto después de una epifanía. He decidido dejar de sentirme como la peor persona del mundo y evitar que vuelvan a hacerme sentir como la loca del pueblo... Probablemente lo sea, pero ¡no chinguen! ¿en estas épocas quien puede decir que goza de una plena salud mental? ¿Quién se atreve a arrojar la primera piedra? </p>
<p dir="ltr">Hace unas horas, un imbécil me preguntó que por qué me río de todo. ¡Fácil, imberbe animal! Porque de otra manera estaría escondida en el baño dejando que mi cordura se me escape entre Kleenex y lágrimas, idiota. Porque si no estaría pensando constantemente en por qué esa persona, que yo creía que era el indicado, decidió decir que a la mera hora yo no soy todo lo que él decía que yo era, pendejo. Porque si no me permitiera ser una simplona estaría que me cargan 3 kilos (uno por año de relación) de reverenda verga, pedazo de estúpido. </p>
<p dir="ltr">¿Quién chingados nos da derecho a juzgar a las personas? ¿Qué nos sentimos? ¿De dónde sacamos el valor para estandarizar actitudes de acuerdo con nuestra mentalidad? Hay veces que estamos tan seguros de que dentro de nuestro mundo, el cual evidentemente es del tamaño de un grano de arena, tenemos la razón universal que nos convierte en seres supremos con capacidad de juicio sobre los demás sin siquiera saber que hay en sus contextos como para que actúen de tal o cual manera. </p>
<p dir="ltr">Si yo quiero reír y tratar de encontrar de nuevo la felicidad aunque sea viendo como a alguien se le estampa una mosca en la cara, es pedo mío porque solo yo sé cuánto me está costando salir del bache que me han impuesto y que he aceptado por las circunstancias en las que me encontré en determinado momento. Si no me viene en gana salir maquillada al trabajo, no lo hago porque sencillamente no me siento con ánimos de hacerlo. Si no me quiero bañar el domingo porque ya no tengo que visitar a nadie y sólo quiero estar hecha bolita en mi cama, es mi problema porque solo yo estaré oliendo mi pestilencia. ¿Desde cuándo tengo que rendirle cuentas a la gente por lo que haga o deje de hacer? ¿Yo les pido cuentas? A la única persona a quien si se las pedí fue porque yo necesitaba conocer una razón lógica y tangible de por qué todo se hizo mierda.</p>
<p dir="ltr">La próxima vez que alguien me vuelva a hacer una pregunta tan idiota, seguiré respondiendo que "por simplona", porque no tengo razones para ni me da mi rechingada gana dar explicaciones a nadie (lo que hice aquí arriba fue con fines didácticos para que usted, párvulo lector inexistente, entendiera el contexto de mi molestia y de mi renacimiento cual ave fénix toda tatemada) a quien realmente no quiera poner en contexto de mis situaciones. </p>
<p dir="ltr">¡Hala, pues! Querido lector, probablemente yo vuelva a revisar este post dentro de algún tiempo y diga "¡Ay, qué pendeja estaba!", pero ¿qué crees? Ese va a ser mi pedo. Tú, cual buen mirón de blogs, lee y pásate de largo, si comentas, sabes que eres bienvenido; si no, igual. </p>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-490059712208902022013-09-02T22:18:00.001-05:002013-09-02T22:30:32.629-05:00Concurso: Buscando padrinos para mi blogAsí es amiguitos. Ya me cayó mal el nombre del blog, ergo:<div><br></div><div>Declaro oficialmente inaugurada la búsqueda de un nuevo nombre para este bodrio de blog.</div><div><br></div><div>Dejen sus propuestas en un comentario en esta entrada y gánense un premio. Tienen de aquí a la 01:30 horas del 10 de septiembre de 2013 para participar. Los premios son los siguientes:</div><div><br></div><div>1º lugar: 4 cervezas artesanales (Cucapá o Calavera).</div><div>2º lugar: Una malteada mediana de Chomp Chomp con galleta incluida.</div><div>3º lugar: Un rico te de Caravanserai.</div><div><br></div><div>Publicaré los resultados el día 12 de septiembre a las 20:00 horas aquí, en Facebook y Twitter. Los premios serán patrocinados por mí y podrán ser cobrados el sábado 14 de septiembre a partir de las 12:30 horas (<span style="-webkit-tap-highlight-color: rgba(26, 26, 26, 0.292969); -webkit-composition-fill-color: rgba(175, 192, 227, 0.230469); -webkit-composition-frame-color: rgba(77, 128, 180, 0.230469); ">aprovechando que voy al DF el puente del 15 y traigo antojo de esas cosas).</span></div><div><br></div><div>Y si a la mera hora nadie quiere entrarle, pues más para mi obesidad mórbida. Esta promoción es válida únicamente para mayores de 18 años.</div><div><br></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-10735631188329880242013-09-02T19:34:00.001-05:002013-09-02T19:49:43.652-05:00Reacción retardadaHagamos un ejercicio de imaginación: Figúrese usted, amable lector, que trabaja para una empresa en la que es la única persona de su área (en este caso, denominémosla "Área de Edición y Corrección de Estilo - Creativo - Social Media - Blogger de la empresa" para apegarnos lo mayormente posible a la realidad de la historia que les contaré) y que, modestia aparte, es un puesto que desempeña sobresalientemente.<div><br></div><div>Bajo esta línea imaginativa, figúrese usted que un día lo ponen a hacer la chamba de un pendejísimo lerdo programador que no sabe administrar su tiempo y por eso le toca ponerse a trabajar en donde usted <i>no tiene vela en el entierro</i>. En ese momento recuerda a Jorge Garralda y su famoso "¡No se deje!" y así de barbas les dice que <i>nel, no es mi culpa que ese pendejo no sepa administrar su tiempo y me toque hacer algo que, en primera, ni sé porque no soy programadora y, en segunda, ni podría terminar a tiempo porque yo ya tengo bastante chamba.</i></div><div><br></div><div>Siguiendo este tenor, por pinche constestón(a) me lo mandan directito (y sin escalas) a la chingada objetando que <i>su trabajo es ineficiente y que vale pa' pura madre</i>. Entonces, usted recoge su dignidad y su coraje y se va a trabajar a Cancún en el ramo de la construcción de pirámides (algún día de estos les diré mi verdadero trabajo, pero hoy no porque estamos hablando de otro encabronamiento).</div><div><br></div><div>Sin embargo, desde unas semanas después de que salió, se enteró que habían puesto a la recepcionista (una metalera poser que gusta de Tokyo Hotel y que tiene cara de ardilla mal cogida) a hacer su chamba de <span style="-webkit-text-size-adjust: auto; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);">Edición-y-Corrección-de-Estilo-Creativo-Social-Media-Blogger-de-la-empresa. Cuenta la leyenda que estudió Canto (o no) en una afamada (o no) escuela de música (o no) del Distrito Federal, pero que al verla tan <i>alternativa</i> (o no), pues decidieron decirle <i>¡Vas, al fin que, mínimo, sabes la diferencia entre la letra J y la letra L! </i>y ¡sopas perico!</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; background-color: rgba(255, 255, 255, 0);"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Recuerde, afable lector, seguimos en el ejercicio (yo les aviso cuando no): En cuanto llegó a usted la noticia de que esta lerda estaba haciendo el trabajo que usted desempeñaba, solamente atinó a soltar una sonora carcajada y a decir <i>¡No mamar! </i>y continuó con su vida como si nada. Empero, tres meses después de esto, se pone a platicar con un excompañero (actual amigo —¡Hola Rodo!) de repente todo le cae como balde de agua fría.</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">(Aquí acaba el ejercicio) Ahora dígame: ¿Cómo se sentiría usted?</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Yo me sentí ofendida, pendejeada pues. ¡Cómo es posible que una pendeja que no se fletó 4 años de una carrera, afín al puesto, sea colocada nomás porque parece <i>alternativa y creativa</i> pero no tiene ni puta idea de sintaxis, ortografía, gramática, redacción y, mucho menos, un léxico lo bastante amplio como para hacer textos tan chingones (verdá de dios que modestia aparte) como los que yo hacía!</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">¡Cómo una lerda de ese calibre va a llenar mis zapatos! ¡CÓMOOOOOOO! Y peor aún: ¡CÓMO CHINGADOS FUI TAN LERDA QUE HASTA AHORITA, HASTA ESTE REPUTO MOMENTO, TOMÉ CONSCIENCIA DEL ASUNTO! Así o más pinche lenta en la vida. Es como en esas discusiones en las que, después de cinco minutos de terminadas, se te ocurren las mejores respuestas para haber sobajado, sometido y pisoteado (con hermosas palabras, claro) a tu oponente.</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Hasta me dan ganas de ir a ponerle unas patadas a la <i>merol de dos pesos</i>, pero al final ella no tiene la culpa (y sí porque me cae mal) o dejarle de collar las pelotas a mi exjefe porque qué pinche insulto.</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">No me queda más que agarrarme a putazos a mis almohadas, volver a recoger mi dignidad, bañarme con agua fría para que se me pase la ardidez que traigo y seguir construyendo pirámides en Cancún. No le deseo mal a nadie, pero ojalá los toquetéen culerísimo en el metro (a mi exjefe y a la <i>poser</i> <i>pseudocreativa</i> esa).</span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;"><br></span></div><div><span style="-webkit-text-size-adjust: auto;">Reflexionen.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-6734955559692599972013-08-26T22:35:00.001-05:002013-08-27T05:51:58.686-05:00De mi Art Decó a tu Art Decó...Como saben (y si no, ahorita se enteran) desde hace 3 semanas vivo en Cancún porque conseguí trabajo acá y ahora construyo pirámides (la verdad no, pero suena más interesante que lo que realmente hago) y sudo como señora gorda en el metro Hidalgo en hora pico.<div><br></div><div>Desde hace una semana, mis sueños (independientemente de la temática) tienen como locación esta ciudad. Cuéntoles el último:</div><div><br></div><div>Soñé que la vida me sonreía de tal forma que vivía en un departamento bastante amplio de un edificio estilo Art Decó (mi reino por vivir en algo, hasta una caja de zapatos, de esa corriente) en una unidad muy mona frente al mar Caribe: cada que subía la marea, el mar alcanzaba a cubrir un poco el jardín central donde había columpios. Yo era feliz viendo todo el show desde mi balcón con una cerveza en la mano.</div><div><br></div><div>Entonces, ocurrióseme una maravillosa idea. Salióseme el jipsta que llevo dentro y corrí por mi cámara porque <i>soy bien creativa, goeis</i> (?) y, como estoy chava y se me hace fácil, decidí hacer fotografías muy artísticas (ajá) de lo bonito que se veía el jardín inundado (y pus la verdad sí, en lo onírico veía unos colores tan brillantes).</div><div><br></div><div>Repítoles: mi departamento era bastante grande. En lo que iba por mi cámara (para ponerme de fantocha y arrrrrrrrtística) y regresaba a mi privilegiado lugar, el patio era invadido por señoras gordas en playeras <i>oversize</i> y shorts diminutos cuidando a sus chamacos, chorreados y con mocos, cubiertos únicamente por sus calzones Truenito. ¡El horror, pues! ¿Qué carajos hacía toda esa gente ahí si no era una playa pública? Tan caro mi pinche departamento y ¿para qué?</div><div><br></div><div>Pues me encabroné y me metí con mis honores, y mi fantochez, a guardar mi cámara, cuando en la puerta de mi departamento (la cual dejaba abierta, con el mosquitero cerrado) había un señor panzón, bigotón y con sandalias con calcetines junto con un niño con los pelos como Felipito (sí, el de Mafalda) todos mojados y con una playerita de algodón mojada por andar chapoteando en la playa. </div><div><br></div><div>El señor panzón me decía que si le podía prestar mi baño (MI BAÑOOOOO) a su hijo que quería liberar a su intestino de los tacos que se habían comido en la mañana y que si podía rentarles un cuarto para que pasaran ahí sus vacaciones.</div><div><br></div><div>Indignadísima y encabronadísima le gritoneaba que mi baño no era público, pero como soy buena persona, sólo el niño podía pasar y que obviamente no le iba a rentar nada porque no era hotel. Tenía ganas de sorrajarle algo en la cabeza por lo que me había dicho, por invadir mi unidad, por arruinar mi fotografía... pero al mismo tiempo me sentía mal porque está de la mierda la desigualdad social y esas cosas bien chairas, culeras y deprimentes.</div><div><br></div><div>El niño salía del baño y yo iba a revisar, pero ¡ooooh! mi baño (MI BAÑOOOOO) había quedado más sucio que la mente de un zoofílico necrófilo y no sabía si contribuir con la suciedad vomitando o contratar a alguien más para que limpiara las gracias del pinche mocoso.</div><div><br></div><div>Del pinche coraje me desperté. Pero me dio aún más coraje no tener ese departamento tan hermoso. Ni me psicoanalicen. ¿Qué chingados va a saber Freud de Art Decó y mis ganas de hacer del Frontón México mi casa? NADA, les digo. Pero así como en mis sueños, en este caso, mi vista al Monumento a la Revolución se vería estropeada por los chamacos chorreados y con mocos que se bañan en las fuentes de agua puerca y tratada de dicha plaza. ¡El horror, pues!</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-69735085684707670262013-02-09T02:24:00.002-06:002013-02-09T03:26:57.888-06:00Trolebús jubiladoMi corazón defeño se rompe un poquito cada vez que me subo al metro y va hasta la madre; cada que los automovilistas no le ceden el paso a un peatón o se detienen en la cebra peatonal; cada que un pendejo se estaciona en doble fila o en una rampa para personas en silla de ruedas; cada que, en resumen, alguien hace una chilangada de esas groseras que se sienten como un escupitajo en la cara. Nunca he recibido uno, pero ha de estar culero.<br />
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Empero, mi corazón defeño sólo había sido ligeramente quebrado en esas ocasiones. Jamás había sido demolido como ayer en la noche (siguiendo la lógica de que ya es las 2 y tantos minutos del sábado, es educado respetar la muerte el día anterior). Cuéntoles:<br />
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Gracias a una serie de eventos afortunados, he caído en manos de una empresa que me ha brindado la oportunidad de volver a enamorarme de lo que estudié durante cuatro laaaaaaaaaargos años y que ahora me cobija entre puro ingeniero. Dicha organización se localiza a la sombra de la desnuda Diana Cazadora, ergo, el metro Chapultepec me queda, como se dice en el bajo mundo, <i>a tiro de piedra</i>.<br />
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Como era viernes por la noche y yo no tenía planes de irme a perder el conocimiento ahogada en alcohol, decidí que quería caminar tranquilamente sobre Reforma y dejar que el viento me llevase suavemente a donde se le hinchara la gana. Llegué a la antes mencionada estación (porque la verdad, a la mera hora me dio hueva caminar hasta Auditorio) y decidí aventurarme en el tráfico que me podría proporcionar un viaje en trolebús.<br />
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En el paradero del mentado metro, otrora solía tomar un bello y ecológico trolebús que me dejaba en las puertas de un motel, atiborrado de amor y secreciones corporales, justamente a dos cuadras de mi casa, lo cual es muy conveniente para mis vetustas piernas que ya se cansan a la menor provocación. Me detuve en un puesto a comprar un chicle para cambiar mi moneda de cinco por cambio para dicho transporte y seguí caminando sin prisas.<br />
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Cuando por fin llegué al andén, donde siempre me formaba para esperar subir al trolebús (y vaya que esperaba porque esas madres pasaban cada media hora y bajo el rayo del sol era la muerte, pero aún así lo amaba) de repente lo vi todo rebosante de camiones y ninguna antenita que me indicara dónde estaba mi transporte mágico al que le pagaba dos pesos y me llevaba casi hasta mi casa.<br />
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Me acerqué a un checador, que estaba más en la pendeja que yo en pleno Mal del Puerco, y muy consternada le pregunté a qué hora dejaban de pasar los trolebuses que yo tanto amo. Él, así sin más, sin tacto, sin piedad, díjome: "¡Uuuuuuh, señorita! Esos dejaron de pasar hace meses, ya los vendieron todos y pusieron esas madres verdes que porque van más rápido."<br />
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Y ahí, justo en ese mismo pinche momento fue que, al mero estilo de Rafita cuando Lisa le rompe el corazón en plena grabación del programa de Krusty, se me hizo cagada el mío. Me podían ver en cámara lenta y hubiera tenido la misma cara de "¡Aaah, no mames, no sabía que el dolor emocional podría escalar tan rápido!" que puso el pobre hijo del Jefe Gorgory. Como yo estaba en pleno microinfarto por la ingrata sorpresa, sólo atine preguntar un ñango "¿Y 'ora?".<br />
<br />
El ojete checador respondiome un seco "¿Para dónde vas?" y yo, todavía desencajada, le conté mi ruta y mi pesar y mi angustia y ¡no mames, compré un chicle nomás por el cambio! y la verga del muerto. Él me indicó que podía tomar "una de esas madres verdes" (refiriéndose a los camiones parecidos a los que van sobre Reforma) y que me acercarían a mi destino porque no había alguno que cubriera la ruta y el vacío en mi corazón que habían dejado los trolebuses.<br />
<br />
Caminé hacia el andén de "las madres verdes" y me formé para subirme a una que me cobró 4.50 pesos por la mitad de un viaje que, en uno de mis amores, hubiera hecho por dos bellos pesos. Durante el trayecto, traté de leer el libro sobre el Enola Gay y la bomba en Hiroshima que me prestó mi novio, pero el dolor emocional me impidió concentrarme. No podía creer que un transporte tan noble pudiera ser eliminado así.<br />
<br />
Al llegar a la Glorieta de Camarones, me bajé de "la madre verde" y me dispuse a caminar hasta mi casa (como catorce cuadras que me parecieron nada) mientras pensaba en los bellos momentos que pasé sobre un trolebús, como cuando subí a mi vecino más fresa a uno e iba encantado de la vida, atónito, incrédulo de viajar en un transporte que funcionase a través de electricidad y que fuese tan barato.<br />
<br />
Sólo queda esperar que el tiempo y un camión que sustituya al trolebús en la ruta metro Rosario - metro Chapultepec y que cobre 2 pesos podrá sanar el vacío existencial que me ha dejado la SCT del Distrito Federal al haber jubilado a esos vehículos con antenitas que, aunque tuviera que esperarlos media hora, me facilitaban la llegada al dentista, a Reforma, a Polanco y a otros puntos de la ciudad por donde pasaba.<br />
<br />
Extrañaré al trolebús y a la ruta porque ahora, como los pinches animales, tendré que llegar a esos puntos en camión, metro o microbús y gastar más dinero que mis amados dos pesos con los que viajaba en el vehículo con antenitas que tanto me gustaba... ¡Como los pinches animales, les digo!Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-24444585625505387712012-08-16T02:48:00.003-05:002012-10-18T10:12:41.952-05:00Acosos y demandas<div>Así como <i>La Risa en Vacaciones</i> tiene mil millones de partes y en todas te ríes [o por lo menos haces cara de fuchi de tan kitsch que son], pues ídem es la cantidad de veces que mi pasado regresa a recordarme personas o situaciones y las mismas reacciones me provocan.<br />
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Hoy en la tarde, mientras caminaba a mi casa después de clases, iba yo muy en la pendeja cuando me encontré al maestro que me acosaba en aquel semestre que se me ocurrió estudiar Derecho en una escuela particular. Como la última vez que me lo topé de frente, gritoneome como loco [calma, chavitos, a su tiempo les contaré esa emocionante aventura] pus yo me hice goeis, volteé la mirada hacia el firmamento y caminé como si trajera un cohete en la cola.<br />
<br />
Ese profesor se llamaba Armando*, nosotros le decíamos <i>El Loco</i> y daba la clase de Historia del Derecho Mexicano. Desde que hizo el examen diagnóstico reglamentario al principio de semestre para ver qué tan pinches perdidos estábamos, empezó a ubicarme porque fui la que tuvo una de las calificaciones más altas [como era bien ñoña y me sabía la mayoría de las respuestas], ergo, empezó el acoso. Todo parecía normal: Era de esos profesores buen pedo, con los que platicas chido, te llevas bien, bromeas sobre ir a echar unas chelas. Relax, el goeis.<br />
<br />
Apenas llevábamos un par de semanas de clase, cuando empezó la cumplidera de años. Una tipa organizó una fiesta por su cumpleaños en un bar cerca del metro Cuahutémoc [no, no era La Hija de los Apaches, no sea usted ignorante] y, "como estaba chava y se le hizo fácil", la muy pendeja invitó al maestro aprovechándose de que era "buena onda y cero acartonado" [como suelen ser los educadores de esa carrera].<br />
<br />
Como sabemos a la perfección, siempre he tenido mayor facilidad para tener más amigos del sexo masculino que del femenino y, en esta carrera, no fue la excepción. Ese día de la fiesta de la fulanita, llegué rodeada de 4 muchachotes fuertotes que eran mi círculo más íntimo. El profesor ya estaba ahí empinando el codo y para nuestra desgracia, nos sentaron en frente de él que ya estaba agarrando tono para decir una sarta de babosadas típicas de cualquier borracho en La Hora Feliz.<br />
<br />
Evidentemente, quien tuvo que fumarse la bola de incoherencias que escupía a la menor provocación, fui yo. Como mis amigos eran harto inteligentes [no, la neta es que estaban sobrios como yo] empezaron a hacerme burla con el pinche borrachito... pero siempre he sido muy escéptica ante los piropos y las insinuaciones [y más aún con los de personas que rebasan mi edad por más de 5 años], yo nomás me reía y le daba el avión.<br />
<br />
¡Oh, error! Yo no sabía que ese pendejo viejo era de los que gustan de las mujeres difíciles [o sea, toooooooda la pinche actitud que estaba tomando en este momento] y empezó con el típico: "¡Ay, pero qué bonita e inteligente eres!"; o el asqueroso: "De ahora en adelante serás mi alumna preferida"; y la cereza del pastel: "¿Bailamos? *su pierna me da una patada por debajo de la mesa porque trataba de ser muy seducttor*". ¡Su madreeeeeee! Cuando hizo y dijo eso, casi me vomito y me echo a correr.<br />
<br />
Afortunadamente, mis guardaespaldas, que nomás no se me despegaban por si al viejito borracho se le ocurrían cosas cochinas no dignas de mi persona, reaccionaron y me sacaron a bailar. Y bailamos y bailamos y volvimos a bailar. En esas estábamos cuando el acosador en cuestión se levantó varias veces a decirles que le dieran chance de echar unos quiebres conmigo, pero obviamente lo mandaban al carajo. El viejito estaba más que encabronado.<br />
<br />
Llegó el momento de la noche en el que mi urgencia por liberar a mi vejiga de una fuerza maligna y opresora no pudo postergarse más y tuve que ir al baño yo solita [porque no pensaba repetir la historia de cuando otros 4 amigos me metieron al baño de niños porque la fila de niñas era tan larga que yo ya vía la luz y, mientras ellos hacían lo suyo, yo hacía lo mismo en un retrete sin puerta. Muy caballerosos, ellos cerraron los ojos.]. En cuanto salí del baño, mi pretendiente guacalas estaba esperándome afuera con una pose muy sensual en el marco del pasillo que unía los servicios con el bar.<br />
<br />
Obvio, yo muy estoica le pedí permiso para pasar porque mi novio [o sea, cualquiera de mis 4 acompañantes] me estaba esperando, a lo que él sólo respondió que "qué bonitos ojos, no me había dado cuenta que con este tipo de luz se te ven como verdes". Dentro de mí pensé: ¡Pus no, pendejo! ¡Esta es la primera vez que me lo encuentro afuera de la escuela, pinche imbécil"; pero por afuera sonreí con la clásica e infalible <i>Sonrisa Chingatumadre</i>.<br />
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¡Oh error BIS! [les digo que no acabo de meterme en una cuando ya metí las cuatro patas en otra] Eso fue el detonante para que se empezara a acercar poco a poquito. No sé cómo chingados alcanzó a verme uno de mis amigos y llegó en chinga a salvarme del borracho. Ahora sí ya no me volvieron a soltar en toda la noche. Ni cuando volví a ir al baño. Ni cuando nos fuimos de ahí y me dejaron en mi casa [por si las dudas, no "vaiga" a ser que nos siguiera y ¿pa' qué quieren?].<br />
<br />
Conforme pasaba el tiempo, no sabía si mis calificaciones en esa materia eran por mérito propio o por el favoritismo involuntario del cual gozaba desde el día de la fiesta. Incluso en la escuela, cuando tocaba clase con ese zoquete, mis amigos se sentaban alrededor de mi para evitar que me hiciera algo que saliera de las buenas costumbres en un salón de clases. Eventualmente, uno de ellos y yo empezamos una relación de esas que no sabes ni por qué [y justamente lo menciono <a href="http://sourgirlopina.blogspot.com/2008/09/el-insomnio-me-hace-pensar-pendejadas.html" rel="nofollow" target="_blank">aquí</a> y ahí está toda la explicación], cosa que a El Loco no le gustó y lo reprobaba en todos los exámenes.<br />
<br />
Terminó el semestre, me salí de esa escuela para probar suerte como trotamundos y como Comunicóloga. Al viejo pendejo eventualmente lo corrieron porque descubrieron que uno de sus superpoderes era dar clases hasta la madre de pacheco y porque un par de chicas pusieron quejas de acoso [cosa que yo no hice porque tenía guaruras y no necesitaba andar de niñita lloriqueándole al director que un maestro me veía con ojitos pispiretos, 'tons me valía].<br />
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Me fui a Canadá, viví la vida loca, regresé reformada, entré a la FES Acatlán [*puaaaaag*] y un sábado en la noche que estaba libre de tareas y dispuesta a ir hasta el Oxxo de la colonia de al lado [porque en esta no tenemos dichas delicadeces] con uno de mis vecinos para surtirnos de ese néctar de los dioses hecho con cebada. Entramos al establecimiento y ¡tóoooooooomala, barbón! El Loco en carne y hueso venía hacia mi con sus víveres en los brazos mientras me apuntaba con su índice inquisidor y gritaba:<br />
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<blockquote class="tr_bq">
"Por tu culpa ya no tengo trabajo, apenas tengo que comer y me corrieron por que fuiste a denunciarme por acoso sexual. Pero esto no se va a quedar así, pronto te llegará un citatorio porque te voy a demandar por difamación y te va a cargar la chingada, ¡ya verás!" —todo esto en fade out mientas se alejaba del lugar y mi vecino y yo nos quedábamos viendo con caras de "WTFF! [sí, <i>What the fucking fuck?</i>, pues]".</blockquote>
<br />
Seguimos nuestro camino, compramos lo que debíamos y regresamos a la casa. El citatorio jamás llegó ni llegará. Desde entonces no lo volví a ver, hasta hoy que hice todo lo posible por evitarlo. Y salí bien librada: no hubo gritos de pena ajena en la calle, me camuflé bien entre la multitud y ando tranquila por la vida. Aunque, de cualquier manera, dudo que se hubiera acordado de mi. O si lo hizo, ya no me odia tanto.<br />
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Otro más a mi lista de <i>Viejitos Ligados</i>.<br />
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[Aprecien esta entrada que la hice mientras cabeceaba y dormitaba. Sólo diositosanto sabe cómo carajas nalgas le hice para despertar y agarrar el hilo y volver a dormirtar y volver a perderlo y así ad infinitum y ad nauseam].<br />
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* Es un nombre temporal [puede que sea permanente] porque no me acuerdo del nombre real. No vayan a pensar ustedes que es para resguardar su identidad o algo así bien aburrido.</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-22025337047824407632012-06-09T02:30:00.001-05:002012-06-09T02:30:22.353-05:00Enough is enough... dicen en Canadá. En México decimos algo como <i>¡Ya párale</i> [se puede insertar un <b><i>al mame</i></b>, si lo desea]<i>!</i>. Y justamente viene al caso esta frase en todos los sentidos.<br />
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Siempre me he jactado de tener un blog apolítico, lleno de pura pendejada escupida sin remordimientos, con recuerdos de mi infancia, anécdotas mundanas y demás infamias que nada tienen que ver con partidos políticos y elecciones, o de ser la persona más pinche malinchista que pueda existir en el país. Pero en este caso, <i style="font-weight: bold;">Enough is enough!</i>. No quiero decir que ahora la grilla se apoderará de mis deditos y atascaré este espacio de basura política, porque qué hueva; o que saldré a las calles hondeando una bandera de México con orgullo en el rostro.<br />
<br />
Lo que quiero hacer, sólo por esta entrada, es <i>parar el mame</i>, parar las pendejadas por unos instantes y gritar a los 4 vientos del Internet y a los 7 mares de las webs que ESTOY HARTA:<br />
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<ul>
<li>Harta de que miles [o millones, ya ni sé con tanta estadística más maquillada que trabajadora de Sullivan] de mexicanos pierdan la memoria o se tapen los ojos y los oídos ante el posible regreso de uno de los autoritarismos más culeros de México: PRI.</li>
<li>Harta de ver cómo la corrupción envenena la vida del país y todas aquellas personas que le han hecho daño quedan impunes y hasta parece que carecen de consciencia que se postulan como candidatos a la presidencia.</li>
<li>Harta de ver como entre mexicanos nos partimos la madre en un partido de futbol: Unos por "acarreados" sin escrúpulos y otros por defenderse de estos [lo cual es totalmente válido y lo admiro].</li>
<li>Harta de sentir impotencia y coraje al ver que las autoridades no hacen nada por defender la legalidad y la paz de este país.</li>
<li>Harta de que vivamos con miedo: a salir a la calle y no regresar a nuestras casa, de manifestar nuestras opiniones, de creer que puede haber un cambio verdadero si empezamos por nosotros como individuos y luego como pueblo, de perder beneficios si no voto por fulano o sutano.</li>
</ul>
<div>
Sí, podré quejarme de que soy parte de un país bananero, de que me caga el metro y sus manoseadas, de que me cagan los pinches nacos que me encuentro en la calle y de muchas cosas que me cagan, pero al final de cuentas aquí vivo y si voy a seguir aquí [por lo menos un buen rato] no quiero estar soportando todas esas cosas que me tienen HARTA del verbo HASTA LA MADRE.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Es tiempo de que México despierte. Es tiempo de que, como ciudadanos, le echemos ganas y razonemos nuestro voto. Apoyemos movimientos como Yo Soy 132 para que los medios dejen de decirnos lo que les conviene. Neguémosle la Silla Presidencial a Enrique Peña Nieto porque no se la merece por asesino, corrupto, iletrado e idiota. No dejemos que nos vea la cara de pendejos [a lo mejor, algunos sí la tienen pero, ¡vengaaaaa! ¡NO LO SON!], con que él la tenga es más que suficiente.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Abramos los ojos y ayudémonos entre todos para que podamos hacer un cambio real, un cambio que nos beneficie a todos. Empecemos con los principios básicos como el respeto y la legalidad. Razonen, de verdad, su voto. No vayan a las urnas nomás porque es tradición familiar votar por tal o cual partido, háganlo porque el candidato tiene las propuestas que México espera para su desarrollo.</div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<b><span style="font-size: large;">Basta. Paremos el mame. Enough is enough.</span></b></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-80253648815246735822012-05-16T21:37:00.002-05:002012-05-17T12:33:30.905-05:00La barca en que me iré...Navegaba sin rumbo por las turbulentas aguas, estaba a la deriva y había soltado el timón para dejar que las olas me llevasen a placer. La tormenta arreciaba con cada minuto que pasaba; toda mi ropa estaba empapada: mis tenis, mis calcetines, mi ropa interior, mis pantalones y la sudadera que me había regalado mi mamá en mi cumpleaños apenas hace un par de días.<br />
<br />
La bruma caía sobre la cubierta y era imposible ver más allá de mi nariz; estaba perdido en la inmensidad de las aguas y esperaba lo peor. No quería tomar el timón y arriesgarme a navegar en cualquier dirección porque sentía que, al agarrar velocidad y sin saber a dónde me dirigía, encallaría en algún arrecife o chocaría contra una barrera de piedras y la tragedia sería inevitable.<br />
<br />
Decidí bajar a la cabina para dormir un poco y esperar que el cielo se abriera para tener la certeza del rumbo que tomaría. Sin embargo, a lo lejos pude oír voces y logré divisar unas luces [difusas a causa de la bruma] que se acercaban lentamente. Cuando estuvieron a una distancia prudente, sentía que varías personas abordaban el barco... mi barco. Les grite que se identificaran pero en cuanto terminé esa oración, algo me golpeó la cabeza con tal fuerza que perdí el conocimiento.<br />
<br />
No sé cuánto tiempo estuve así hasta que desperté y todo era confuso. Me encontré sumergido en una bañera con el agua a la mitad de su capacidad y tenía toda la ropa puesta. Inmediatamente intenté levantarme pero el mareo se apoderó de mi y me fue imposible ponerme de pie. La cabeza me dolía y mi boca estaba seca. —¿Hay alguien aquí? ¿Alguien me escucha? —grité desesperado en busca de respuestas.<br />
<br />
A los pocos segundos, mi amigo Javier entró por la puerta: —¿Qué pedo, cabrón? ¿Te sientes bien? ¡Qué pedota traías ayer con la celebración de tu cumple! Tuvimos que agarrarte entre Luis, Arturo y yo después de que te caíste mientras tratabas de colgarte de la lámpara del comedor. ¡Perdiste el conocimiento! Cuando vimos que estabas bien, te metimos en la bañera para bajarte la peda y despertarte o algo, pero te acomodaste y te pusiste a roncar. Lo chido es que no se llenó esa madre porque no nos dejabas quitar el tapón para que se vaciara. ¡Ándale, puto! ¡Ya cámbiate y salte de ahí que Pancho hizo unos chilaquiles mata-crudas que están buenísimos!<br />
<br />
Javier salió, me pasó unas toallas y ropa seca. Mientras me cambiaba, juré no volver a tomar tanto mientras estuviera en tratamiento con Diazepam.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-49693986909758923362012-03-20T23:31:00.002-06:002012-03-20T23:31:15.797-06:00Pedradas [Parte II]Amiguitos, prepárense para la segunda y última parte de mi encuentro cercano de tipo "No-Mames" con un tipo que sacudió mis ñangas vértebras. Es momento de que se agarren los calzones y vayan por un tazón de palomitas para leer esto que "¡ahí viene lo bueno, joven!":<br />
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Volví a recostarme en el pasto nomás para quedarme como tarada sin poder articular palabra alguna, esperando que la virgencita del comal me iluminara con algunas palabras inteligentes, pero nada. Me sentía como una tarada [pero de las grandotas] por estar ahí sin poder platicar como dios manda y sólo soltar algunas frases de manera esporádica y despacito [es que no fuera yo a cagarla —como siempre me pasa— y chula me vería con mis pendejadas].<br />
<br />
En una desas, estábamos hablando de la soltería y la felicidad y que qué padre y la verga del muerto cuando, así nomás por el pinche gusto... muy disimulado, agarrome de la mano. Como esas cosas no son de señoritas, volteé en chinga y me le quedé viendo detenidamente esperando que me explicara por qué se atrevía a semejante falta a la moral en plena escuela y sin consentimiento de mis chaperona imaginaria.<br />
<br />
Ahí estaba yo viéndolo [salivando copiosamente y a discreción], cuando por fin dijo: —Sólo fue un impulso. A veces es chido seguirlos y hacer lo que sientes... te puedes llevar muchas sorpresas buenas... —por fin volteó y me miró a los ojos— contigo, por ejemplo, siento cómo la adrenalina recorre mis venas... como cuando vas en una moto a toda velocidad, ¿sabes? Así lo siento -y ¡tóooooooomala barbón!<br />
<br />
Sí, acercose despacito [mientras yo por dentro cantaba "We Are the Champions" para festejar que por primera vez no la había cagado —o por lo menos no tan cabrón—] y besome tan lento que no se me cayeron los calzones porque no traía falda. Y yo, como no pude resistencia, dejé que hiciera lo suyo y me conquistara con un beso enamorador... desos que sólo él sabe dar.<br />
<br />
Nos quedamos en silencio otro rato mirando el cielo y volteando de vez en cuando [muy discretamente... como no queriendo la cosa...] hasta que finalmente lo soltó: —Sé que apenas te conozco, pero siento que te amo... —cualquiera hubiera salido corriendo como vieja histérica ante tal afirmación, pero yo permanecí estoica y muy segura de mi misma, le respondí: —¡Yo también te amo! —porque en realidad, Pedro es mi novio desde hace algún tiempo.<br />
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Y llegamos al final de esta historia, pipols. Los verdaderos protagonistas de semejante drama telenovelesco del Canal del las Estrellas fue protagonizado por mi señor novio Negro [pa' los cuates] y yo meeeesma nomás por el pinche gusto de jugar a que somos otras personas y fingir escenarios y situaciones para conocernos por "primera vez".<br />
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Inténtenlo. Verdá de dios que es divertido.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-70330646045882411592012-03-06T00:42:00.002-06:002012-03-06T00:42:59.103-06:00Pedradas [Parte I]Me quedé sin un quinto, o sea estoy a nada de parecer homeless porque llevo tiempo sin que me paguen y mi presupuesto semanal se ha visto reducido a una cantidad ridícula que hace ver a cualquier chairo como millonario a mi lado. Estaba en la escuela esperando mi siguiente clase y pensando que podría vender algunos de mis cigarros para conseguir dinero y regresar a mi casa.<br />
<br />
No me quedó de otra que vagar entre los pastos de la FES buscando un pichón que quisiera ayudarme en esto de la vendimia, cuando a lo lejos, vi a un tipo acostado en el pasto frente al edificio de Posgrados y no dude en acercarme porque tenía buen lejos [obvio también buen cerca, pero de eso se enteran ahorita]:<br />
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—¡Hola! ¿Quieres comprar un cigarro? Es que me quedé sin dinero y estoy vendiendo mis cigarros para regresar a mi casa. —me tuve que agarrar los pinches huevos para articular esas palabras y no quedar como esponja balbuceante frente al objeto de mis más profundos deseos carnales [estaba dispuesta a no quedar como retarded frente al asunto en cuestión nomás porque soy bien pinche María] mientras le ofrecía uno.<br />
<br />
El muchachito tomó el cigarro, me miró a los ojos [en ese instante los pinches calzones se me hicieron como yo-yo: subían y bajaban de mi cuello a mis tobillos ad infinitum], lo puso entre sus labios. —No traigo dinero.— me dijo viéndome fijamente como si de veras muchos pinches huevos. Y yo ahí como idiota con mi Poker Face marca No-Pinches-Mames.<br />
<br />
Llámenme romántica [aunque pendeja sería el término más adecuado] pero dije para mis adentros "¡Pus chingue a su madre, total... quería hablarle desde un principio!", y me senté a su lado para sacar otro cigarro y fumar con él porque yo también quería demostrarle que podía ser bien vale-madres.<br />
<br />
—No te preocupes. Pues ya nos fumamos este cigarro sin pedos. —porque soy bien pinche valiente como para hablarle al goeis que me gusta. —¿Cómo te llamas? —le pregunte, porque con todo y mi pendejismo romántico no iba a irme sin sacarle información, ¡chingaos! Yo a lo que voy.<br />
<br />
—Pedro —respondió mientras fumaba lentamente su cigarro. —Me gusta ese nombre. Yo me llamo LauRa. —sí, así le dije porque soy bien pinche valiente y también puedo aventarle el calzón a alguien sin parecer huevito en salmuera. La conversación continuó llena de trivialidades: que si estudias aquí, que que idioma llevas, que si chupas, muerdes o masticas, que si la verga del muerto.<br />
<br />
De vez en cuando había silencios en los que ponía a mis neuronas a chambear como las grandes para que le echaran ganitas y preguntásemos cosas inteligentes que no me hicieran quedar como la más idiota de las idiotas de Acatlán, hasta que empezó lo bueno:<br />
<br />
—¿Siempre eres así de callada? —me preguntó sin pelos en la lengua y así de putazo. —Sólo con las personas que me gustan —le respondí muy segura como si no estuviera cagándome por dentro—, ¿tú siempre eres así de mamón? —le cuestioné para ver si se le quitaba lo pinche y ¡tómalaaaaa! —¿Te sabes el cuento de la niña guapa y el sordo? —Agarrome en curva y sólo pude responder un llano y seco "No" e inmediatamente reaccionó — ¿Qué? —dijo, simulando una sordera inexistente que daba pie a un chiste que me hizo reír como idiota y que todos los Pantone se hicieran presentes en mi cara por haberme dicho "guapa" de una forma tan indirecta pero quita-calzones.<br />
<br />
Regresó el silencio y ahí estábamos los dos, echadotes cual manatíes sobre el pasto, viendo al cielo y esperando a ver quién se animaba a hablar para seguir con esto de "Romper el Hielo", cuando de repente: —¿Sabes? Está padre que estemos así... sin decir nada. Parece como si nos conociéramos de mucho tiempo porque este silencio no se siente incómodo. Por lo general, cuando conoces a alguien nuevo, tratas de hablar mucho para liberar la tensión y terminas diciendo estupideces. Pero me gusta esto. —y yo, como pinche zombie me quedé ahí sin poder responder algo porque qué tal si la cagaba bien bonito [como es mi costumbre].<br />
<br />
Continuamos otro rato en silencio hasta que me terminé mi cigarro. —Ya me voy. Me terminé mi cigarro y tengo que vender los demás para no tener que caminar de regreso a mi casa —le dije mientras me sentaba para guardar mis cosas en mi mochila cuando sentí su mano sobre mi espalda. —Tienes pasto en el suéter. —se apresuró a decir en cuanto notó que lo vi como bicho raro por osar a manosearme sin autorización de mi padre porque eso no es de señoritas.<br />
<br />
Estaba a punto de levantarme cuando volvía sentir su mano sobre mi espalda. Indudablemente volteé. Nos quedamos ahí como imbéciles viéndonos mutuamente hasta que por fin pude articular algo así como un "creo que puedo quedarme otro rato" y volví a recostarme sobre el piso con los lentes de sol puestos [porque el pinche sol estaba a todo lo que da y mis ojitos sufren por tanta luz].<br />
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Mañana en la mañana vendrá la continuación de cómo me armé de valor para hablarle a un chico guapo y otras cosillas más.<br />
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Stay tunned, mother fucking bitches!!!!Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-90273485638006831752011-11-07T18:12:00.001-06:002011-11-07T18:12:42.285-06:00Noviembre me agarró en la pendeja.Como es sabido por este reino y los adyacentes [y si no lo saben, ahora se enteran], mi cumple es el 11 del 11. Este año, vaticiné una ola de puras sorpresas y demasiada felicidad, ya que nos toca celebrar mis 25 otoños en viernes y, obviamente, es 11.11.11. Como diría El Arquitecto de los Sueños: "Los astros y las señales cósmicas (...)" nos indican que se armará una fiesta de proporciones bíblicas.<br />
<br />
El punto aquí es que, yo estaba muy confiada en que las sorpresas llegarían tan pronto como empezara el día antes mencionado, pero pus a la mera hora, ¡chíngale!. Desde el primer día de noviembre, decidí empezar la planeación de mi convite con bombo y platillo haciéndome un tatuaje, como hace 4 años que celebré mi mayoría de edad [internacional], haciéndome una perforación.<br />
<br />
Como todavía no llego al grado de "Hija de la Chingada", se me ocurrió preguntarle [avisarle] a mi madre sobre mis planes y sueños y emociones y sentimientos e ilusiones y la verga del muerto, propias de una jovenzuela de mi edad, esperando que pegara el grito en el cielo y me diera de zapes y me castigara sin pan ni quesito... pero ¡NADA!<br />
<br />
Resulta que la señora me dijo:<br />
<br />
<blockquote class="tr_bq">
Ok, pero que no te lo vea tu padre porque nos va a poner la cagotiza de nuestras vidas y yo ya estoy muy vieja para esas cosas. Espero que no salgas con una de tus típicas pendejadas y te hagas algo tan naco que tenga que dejarte sin herencia por no tener ni tantito gusto... y da gracias que no lo he hecho por no tener gusto con los novios que escoges.</blockquote>
<br />
Y pues nada, que yo dije "¡Abuebooooo!" y ya que todo está marchando de acuerdo a mis planes, por ahí de principios de la próxima quincena, me habré hecho una de "mis típicas pendejadas" en uno de mis blandengues bracitos.<br />
<br />
En cuanto mi mamá supero que su hija le saliera tan "así", nos fuimos a comer y, cuando regresábamos a la casa, pasamos afuera del lugar al que llevamos a Jonaz al veterinario y ¡NO MAMAR!. Había una jaula con un par de Schnawzers Miniatura [como mi peludo hijo].<br />
<br />
Uno de ellos es niña y como estaba yo muy en la pendeja, el vet se aprovechó de mi estado mental y díjome que podía llevármela a mi casa para ver si nos acoplábamos todos como una enorme familia de amorosos pet-lovers y que si no, pus no había fijón y podía regresarla. Obviamente, yo no me pude separar de ella y valió madres: ¡Soy madre de una bola de pelos de 2 meses! ¡Felicítenme y denme chocolates y háganme un beibichagüer póstumo y todas esas cosas que les hacen a las mamás!<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFSqQ_3W3WXEIyrX69x2G0GlK60ogOq01Z95Sl2uP6EVDTCd3EOnGEWYQHys3FCUnptE-fqMbMiRzQoALVK53gnhofdu52L7C8Af5tu3_fzeDZE3N8PXOW_X01oKIJ6OPHd9W6z3eUxGaz/s1600/Camila.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFSqQ_3W3WXEIyrX69x2G0GlK60ogOq01Z95Sl2uP6EVDTCd3EOnGEWYQHys3FCUnptE-fqMbMiRzQoALVK53gnhofdu52L7C8Af5tu3_fzeDZE3N8PXOW_X01oKIJ6OPHd9W6z3eUxGaz/s320/Camila.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><i>¡Aaaaaay, miren qué bonita Camila con su pelota! </i></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><i>¿No la aman?</i></span></div>
<br />
Al final, cuando fui a ver al vet para pagarle, mi madre, muy generosa me dijo que ella me la regalaba de cumple y que todos felices y ¡ay, qué bonita la perrita! y "la cuidas o te parto tu madre" y así. Mis quincenas ya tienen dueña, viene un tatuaje, una pedotototototota y oh, God only knows cuántas cosas más que ya estaré contando en esta chunche aunque a ustedes les importe un pepino.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-30281705656422868902011-10-15T23:31:00.000-05:002011-10-15T23:31:33.372-05:00Estoy malita de mis patrones conductuales.Mi madre, de quien heredé el hábito, es ávida lectora de casi cualquier género, pero como el otro día no tenía ni tiempo ni dinero para comprar nuevos libros, pidiome que le prestara alguno de los que guardo con harto cariño como si fuesen lo más preciado.<br />
<br />
La última vez que realizamos esta operación, ocurrióseme prestarle <i>El Amor Dura 3 Años</i> de [¡Oh, sí, chiquitomiamor!] Frédéric Beigbeder [*saliva copiosamente*] y la señora regresó muy pinche indignada a zorrajármelo en la cabeza porque "cómo es posible que el amor dure 3 años si yo llevo veintitantos con tu papá" y "qué chingaderas son esas de no saber lo que uno quiere" y "si ese pendejo supiera lo que es amar a dios en tierra d'indios" y la verga del muerto.<br />
<br />
Ergo, esta vez procuré que fuera algo parecido pero explicándole que "es una pinche novela, no te claves..." y le entregué <i>Al sur de la frontera, al oeste del Sol</i> de Haruki Murakami confiando ciegamente en la best-selleridad del escritor y la fácil lectura y en lo ligero del libro [porque me estaba preparando para que hiciera con mi cabeza lo mismo de la vez pasada].<br />
<br />
Conforme iba leyéndolo, me iba preguntando cosas sobre la trama, teníamos ligeros debates sobre los personajes y yo sólo me preparaba para que el libro chocara con mi hermoso cráneo y me matara las 3 neuronas sobrias que me quedan... pero no. En cuanto terminó de leerlo, corrió a mi recámara [sí, estaba yo muy a gusto rascándome el ombligo de la forma más deliciosa conocida por el ser humano] y dijo:<br />
<br />
<blockquote>
Está bueno tu libro, pero honestamente, te gustan los libros en los que el personaje es un pendejazo que no sabe lo que quiere y se la vive recordando el pasado, ¿verdad? Hasta parece que te gustan ese tipo de personas. Nomás donde no me salgas con un novio así de tarado porque yo si te parto tu madre, ¡eh!</blockquote>
<br />
Creo que ya va siendo tiempo de que le preste <i>Guerra y Paz</i> de León Tolstoi para que me lo zorraje en la cabeza, muera y aprenda a no fijarme en tipos tarados, lentos, sin puta idea de lo que quieren o para donde van y que no estén malitos de su pasado y lo hayan superado como lo hicieron con el FUA, el Canaca y el Chupacabras.Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-25083085541724895722011-09-10T12:35:00.001-05:002011-09-10T12:35:42.393-05:00De ahora en adelante, llámenme "Su Alteza Serenísima"¡Ah su madre! ¡Nomás me ausento un mes por estos lares y me cambian la interfaz de Blogger y así! Pero qué chingados importa eso cuando les traigo noticias muy importantes [bueno, al menos para mi... a lo mejor a ustedes les importa un reverendo pepino, pero ¿pues qué?].<br />
<br />
Resulta que, si creían que se librarían de mi tan fácilmente, pus ya se chingaron porque ahora también he sido invitada a escribir en otro blog. Uno en el que dejaré de lado la sarta de pendejadas [que vengo a contarles aquí para que no se aburran como huevos en salmuera, pero que igual ni son tan importantes como para calmar el hambre y lograr la paz mundial], y me comportaré como la señorita que soy.<br />
<br />
Periódicamente, podrán leerme en <a href="http://tesseractagency.com/blog/">ESTE</a> blog tan bello y maravilloso que apenas está tomando forma y color, pero igual estaría bien padriuris que comentaran y mostraran un poco del amor que me imagino que sienten por mi [aunque no lo sientan, pretendan que sí... no sean ojetes y maten mis ilusiones con un matamoscas].<br />
<br />
Si tengo noticias menos importantes que la expansión de mis letras a través de la red, vengo y les cuento.Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-36159241906185083842011-08-17T16:09:00.000-05:002011-08-17T16:10:07.647-05:00De fe perdida y otras cosas.Es bien sabido, por este reino y los adyacentes, que a mi lo que sobra es mi innegable capacidad de reírme a diestra y siniestra de todo y de todos, incluyéndome, por supuesto. Pero esta vez, la frase "No sé si reír o llorar", no me queda.<p>So pena de sonar moralina y quejica y todos esos adjetivos que no me van, debo confesar que estoy a nada de perder la fe en los defeños o chilangos o como quiera que sea su gentilicio.<p>Por diversas circunstancias, la vida me ha puesto en situaciones pluriculturales que sólo han logrado reafirmar el valor llamado "respeto" que tanto trabajo les costó a mis padres me inculcarme a punta de chingadazos y otras torturas medievales e inquisidoras.<p>Ojo, pipols: Con esto, no quiero que se me tache de persona con doble-moral por la posible interpretación de "te ríes de todo y luego exiges respeto, ¡pinchi vieja orate!". Ver las cosas con humor no implica la ambivalencia moral.<p>El caso es que, después de esta introducción que más parece libro de Carlos Cuauhtemoc Sánches (y de venir escribiendo esto en un micro sin amortiguadores -¡no mamar! ¡Me merezco una oda o algo así bien padriuris!-), resúmoles:<p>Partiendo del anterior post y mi nuevo trabaja y más blahblablah, por obviedad debo usar el metro todas las mañanas para llegar hasta mi escritorio laboral, ergo, el grueso de la población hace lo mismo y los vagones van como latas de sardinas.<p>Considerando esta premisa, acúsome de ser totalmente consciente del masaje-sauna-transporte-por-3-dineros al que estamos condenados los usuarios del metro; sin embargo, me es inaceptable haber sido víctima de un agarrón de nalga entre las estaciones Etiopía y Eugenia.<p>Así, sin más preámbulo (ya saben, pedida de teléfono, café para conocernos o mínimo un besito) mi trasero (por cierto, inexistente y tan de pena ajena) fue sometido a una sesión de apretón grosero y descarado. Desafortunadamente, el hijo de puta, que osó a ponerme una mano encima sin mi autorización, es un clásico mexicano, chilango, bananero que se escudó en el anonimato que le brindó el vagón tan lleno.<p>Otrora, he lidiado con "listillos" que no van más allá de un piropo innecesario y guarro en la calle, vaya, a lo más que llegaban era a acercarse mucho, como intimidando, los muy pendejos. Jamás habría pensado que las ganas de joder a alguien que no ha cometido provocaciones.<p>Algunos podrán decir: "¡Ay, pero seguro sentiste bien!"; la verdad, NO, me dieron ganas de arrancarme la nalga a mordidas. Otros dirán: "¡Ni que estuvieras tan buena!"; y pus no, ni estoy buena y eso es lo que me da más coraje porque, al final del día, sólo me cuestiono: ¿qué esa pinche gente no tiene madre, hermanas, esposas, algo?<p>Y no es que me esté poniendo feminista y me entren las ganas enfermas de celebrar el Día Internacional de la Mujer o alguna mamarrachada por el estilo. Es, simplemente, cuestión de respeto. A mis amigos (hombres, por supuesto) también les ha pasado, ergo, ¿nomás por ser mujeres merecemos trato especial y privilegios desmedidos?<p>Espero que algún día cuando dejemos de ser un país de bananeros que se entretienen con pan y circo, podamos entender las dimensiones de nuestros actos. Con esto no digo que lo sucedido hoy me haya provocado un trauma irreparable, sino, un odio de proporciones bíblicas a todos esos nacos que no tienen ni tantita idea de lo que es "Respeto" (incluidas las mujeres) y piensan que es gracioso o "muy de machos" hacer ese tipo de pendejadas.<p>Y ya mejor ahí le dejamos porque sino este blog parecerá cátedra de Sociología, Historia, Ética y Filosofía y pos no, eso no es de señoritas y hace llorar al niñodios.<p>Ahí nomás como tip: No sean (Maten a) un naco (y a la señora gorda que me acaba de aplastar en el metro. Gracias).
<br>Enviado desde mi oficina móvil BlackBerry® de TelcelUnknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-18993893182267734732011-07-27T21:58:00.002-05:002011-07-27T23:07:00.481-05:00¡A la chingada las traducciones!<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Efectivamente, amable lector(a). Hoy es el día que mis esfuerzos, mi arrolladora personalidad, mi encanto indiscutible, mi dolor de espalda y de piernas [así como las ampollas en las patas] por culpa de los zapatos de tacón y mis escondidas perforaciones y pelos azules han rendido frutos: ¡Tengo trabajo estable, pipols!</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sí, a lo mejor a ustedes les importa una de pura y dos con sal, pero como es mi blog, pus se chingan y se ponen a leer que por algo están aquí de metichotes, ¿no?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Resulta que después de meses [2, pero son muchos para mi] de búsqueda, de estar comiendo migajas patrocinadas por mis traducciones para alumnos de medicina de Iztacala y de estar tronandome los dedos, la espalda, los brazos y las burbujitas del plástico para envolver electrodomésticos, hoy fui a una entrevista pensando en que todavía faltarían como 500 más para quedarme en ese puesto.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Figúrense, ustedes, que ahí voy toda entaconada y muy "producida" [¡me dan nauseas cuando alguien utiliza ese verbo como adjetivo sobre una persona!], tropezándome con medio mundo, mentándome la madre por no llevar el iPod, viendo feo a los viejitos acosadores y demás para dar una buena impresión y... ¡que me pierdo!</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Chula me veía por la calle, caminando como bambi recién nacido y preguntando direcciones porque soy tan marica que me daba miedo sacar el celular y rastrear mi destino con ayuda de mi GPS, ergo, no me quedó más que treparme a un taxi porque soy fiel creyente de que sólo ellos nos sacan de apuros direccionales en cualquier momento.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cuando por fin llegué a mi destino, todo fue tranquilidad. La entrevista transcurrió como cualquier entrevista en medio de unas insoportables ganas de reír porque alguien casi se cae de una silla [y no, no fui yo] y hartos nervios controlados gracias a mi poder mental y no al diazepam [¡superen eso, novatos!], hasta que por fin llegó la frase anhelada: ¿Cuándo puedes empezar?</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sí, pipols, se me cayeron los calzones y, pues no dije que en ese mismo momento porque tenía que correr a meter mi horario para el próximo semestre, así me dijeron que el próximo lunes podré sumarme a las estadísticas de las personas laboralmente activas y sexualmente en stand-by. ¡Albricias!</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo, que creía que mi vida amorosa se estabilizaría antes que la económica y gritaría a los 4 cibervientos [G+, Fb, Twitter y MySpace -aunque ya nadie lo use-] que dejo la soltería para convertirme en una muchachita fiel , pero la vida se empeñó en hacerme una forever alone con trabajo, lap nueva, silla nueva, té ilimitado, área de fumar, cuentas bonitas, marcas interesantes y amor ilimitado... ok, lo último no, pero casi.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ahora, les doy permiso de imaginarme cantando como estúpida por cada rincón de mi casa al puro estilo del siguiente clip [por ahí se dan un taco de ojo con Ema Stone]:</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="349" src="http://www.youtube.com/embed/x9MvUdR6j3w" width="560"></iframe></span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los besaría, pero me dan cosa los microbios y demás. Deséenme suerte el lunes.</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-88579459634899911822011-07-06T20:09:00.002-05:002011-07-06T20:15:34.405-05:00¡Albricias! [Bueno no, pero imagínense que sí]<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En realidad no ha pasado alguna aventura digna de contarse en este blog que parece mi hijo bastardo [por aquello de que vengo a visitarlo cada que me acuerdo de su existencia], pero pus nomás por mera cortesía vengo a escribir algo. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Resulta que con los cambios mencionados en la entrada anterior, me di a la ardua tarea de buscar trabajo [sin éxito hasta el momento]. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">He andado entaconada y trajeada por la vida; una vez, por culpa de los zapatos, casi pierdo la vida [me salvé gracias a que una señora me agarró del brazo y no azoté a media calle, poniéndome de pechito para que un carro me atropellara con facilidad]; me perdí cerca de Televisa San Ángel; la misma semana se me descompuso la lap, el celular, el estómago y las vías respiratorias... bueno, soy un caso digno de Catemaco.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Afortunadamente, la lap fue arreglada hace unos minutos y escribo esto desde ella; el celular necesitó una actualización de software [las cuales, sería maravilloso que BlackBerry avisara con tiempo antes de que se me muera el cel y ande corriendo en círculos y llorando]; el estómago está en reparación gracias a Genoprazol y a Svelty Gastro Protect [*aplausos por los comerciales gratis*]; y las vías respiratorias están como nuevas [bueno no, pero casi].</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y ya, eso es todo. En cuanto aborde un taxi o me ligue a un viejito en la calle o recuerde alguno de mis traumas de infancia, vengo y les cuento. Mientras, tengan paciencia, siéntense y hagan de cuenta que el blog anterior y éste son los TVyNovelas vetustos en una sala de espera. Denles una hojeadita y así, en lo que mi vida sigue más aburrida que la de un huevo en salmuera y hago una entrada bonita para este blog.</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-25439504216305915602011-05-29T13:38:00.000-05:002011-05-29T13:38:43.538-05:00Trescientos sesenta grados [y no, no tiene nada que ver con U2].<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es que precisamente, esa cantidad de grados la voy a tener muy presente desde ahora hasta a ver cuándo se termina todo este proceso. Cuéntoles.</span><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">En realidad, mis planes de independizarme y ser una niña grande que se amarra las agujetas solita, no es cosa nueva [sino un lastre que traigo desde que regresé de Canadá], pero por circunstancias que no vale la pena mencionar en el blog porque qué pinches aburridos mis asuntos personales, mis planes se han adelantado demasiadísimo.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si mi periodicidad para escribir cosas en esta página era nula, pus ahora, que ando de arrimada en una casa de un pariente y con mil cosas que hacer y busque y busque un trabajo fijo y así, va a estar más cabrón que les cuente de mis ligues con taxistas viejitos o de mis traumas de la infancia y todas esas maravillas que sólo me pasan a mi y en las novelas.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">De cualquier forma, ahí tiene suficiente material de lectura, sino sígame por Tuitah o lea el otro <a href="http://sourgirlopina.blogspot.com/">blog</a> o tenga vida social y aléjese de interné y así.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ahí cuando el barquito deje de darme vueltas, corro de regreso a ver qué tal me han tratado a mi queridísimo y abandonadísimo blog.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-3559711122666106942011-05-16T01:14:00.001-05:002011-05-16T01:22:03.856-05:00Amalia me llamo y amando voy...<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si a mí lo que me sobra es inconformismo y para no perder la costumbre [porque esto de disipar tradiciones no está padre y hace llorar al niñitodios] de tener harto pegue con los señores usuarios de los descuentos propios de la tercera edad, ¡que me ligo otro taxista viejito! [como sucedió hace tiempo y les conté <a href="http://yotuelnosotrosustedesellos.blogspot.com/2010/01/ligues-esporadicos-y-anejos.html">aquí</a>]. Pero no crea usted que la historia se repitió tal cual. ¡NO!</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pues ahí tienen que se me han hecho unas mañitas bien pinches feas y entre ellas, me da por procrastinar de lo lindo y ya para cuando me doy cuenta, se me hizo tarde para llegar a algún lugar o terminar determinada tarea o así. Hoy no fue la excepción. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Había quedado con el buen Toño de estar a las 11:45 a.m. para ir a ver el partido [Pumas vs. Chivas] a alguna cantinita escondidita y acogedora y retefolclórica desas que sólo encontramos en el Centro Histórico de nuestra cochina ciudad.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando me di cuenta, ya eran las 11:30 y como yo seguía rascándome de lo lindo la panza, pues me paré en chinga, corrí a vestirme y salí veloz, cual piruja perseguida por una patrulla, a la cita. Como mi prisa era tal, decidí tomar un taxi que me dejara en la estación Normal y de ahí irme en metro para no gastar tanto y tomar a gusto sin presiones económicas.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">'Tons, ahí estaba yo, paradota como plastilina amorfa esperando un taxi, cuando de la nada, uno apareció; le hice la parada [¿sólo soy yo o eso de "hacer la parada" suena a albursotototote?], se acercó y divisé un viejito con lentes de sol y sombrero de Indiana Jones. Como yo soy bien fans de Henry Walton Jones Jr., pus pensé: "¡Anda la osa! Este viejito se ve aventurero. Me subiré sin miedo". Y que me trepo.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi amabilidad al subirme a un taxi salió a relucir y le di los buenos días al buen hombre del buen sombrero, cosa que él contestó con un "¡Muy buenos días, tenga usted!". Para mis adentros, pensé que, aparte del buen gusto en los accesorios [?], este hombre en cuestión era una buena persona. [Buenísimo párrafo ¿no? Tanta bondad en mi pendejismo para escribir a estas horas me deslumbra.]</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Total, todo iba de lo más plano hasta que se me ocurrió abrir el pinche hocico para preguntarle si el partido empezaba a las doce o media hora después [con eso de que las televisoras gustan de aventarse media hora pre-partido] y eso fue todo para que valiera madres. Cito textual la conversación:</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><br />
<blockquote><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><b>Taxista:</b></span> ¡Empieza a las doce, señorita! Pero todavía tiene quince minutos para llegar. Usted, ¿a quién le va? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b>LauRa: </b></span>¡Pues a los Pumas, señor! -¡posoye!-. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><br />
</span></b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><b><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;">Taxista:</span></b></span> ¡Ah, muy bien! ¡Entonces yo también le voy a los Pumas! -aquí es donde me empezó a sonar, en la cabeza, la alarma estilo comerciales de "Much'ojo" con todo y la Chilindrina, pero como me cae mal ese personaje, ni le puse atención-. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;">LauRa:</span></b> ¡Vientos, señor! </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white;"><br />
</span></b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: large;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white;">Taxista:</span></b></span> Oiga, señorita, con todo respeto... ¡está usted bien guapa! y se ve que tiene un carácter bien bonito, oiga. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;">LauRa:</span></b> *inserte mi risa nerviosa aquí* ¡Aaaah, no pues gracias señor, pero ni me conoce! -"¡Viejo pendejo!", pensé-. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;">Taxista:</span></b> No, pues supongo que igual se enoja y se pone loca [sic] cuando la molestan, pero no se enoje conmigo, yo se lo digo con todo respeto.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;">LauRa:</span></b> ¡Gracias! -¡híjole! yo ya no veía la hora para llegar a la Normal y correr despavorida-. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;">Taxista:</span></b> Y, pos así como está bien bonita, también ha de tener un nombre bien bonito ¿no? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;">LauRa: </span></b>¡JAJAJAJA! Sí, señor. Me llamo Amalia. Y ¿usted? -¿de dónde pinches vergas me saqué ese nombre?-. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;">Taxista:</span></b> Yo me llamo Alejandro. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b>LauRa:</b></span> ¡Áaaaaaaaan-dele! ¿Como el de la canción de Lady Gaga? -¡jijiji! Fue lo primero que se me ocurrió-. </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><b>Taxista: </b></span>Pus yo creo -a estas alturas ya estaba doblada de risa en mi cabeza-. Y ¿tiene novio? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;">LauRa:</span></b> Sí, señor. Ahorita se quedó trabajando en la casa. -¡'sa mamada!-.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;">Taxista: </span></b>¡Aaaaaah! ¿Vive con él? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b>LauRa:</b></span> Así es. Llevamos un año viviendo juntos, ¿usted cree?</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><b>Taxista: </b></span>Y ¿pa' cuándo la boda? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b><br />
</b></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><b>LauRa:</b></span> No, pus no. No creemos en el sagrado matrimonio, preferimos ser novios por toda la eternidad hasta que la muerte nos separe -a veces me da miedo que me salga tanta pendejada de la boca... pero sólo a veces-.</span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: white; font-size: large;">Taxista: </span></b>¡Ay, estos jóvenes di'ora! Pero está bién, señorita, si ustedes son felices así, ¿qué importa lo demás? </span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;"><br />
</span></b></span><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b><span class="Apple-style-span" style="color: red; font-size: large;">LauRa: </span></b>¡Exacto! -sí, esperaba ansiosa su aprobación, sino no iba a dormir en semanas-.</span></blockquote><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aquí es donde por fin se hizo uno de esos silencios que se agradecen con todo el ser porque ya estábamos cerca de nuestro destino y así, al llegar, sólo fue una sarta de nimiedades propias del "¿cuánto le debo?" y del "¡gracias, que tenga buen día!" y del "¡igualmente!" y de la verga del muerto.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Espero con todas mis ansias propias de mis ataques de ansiedad que, cuando sea viejita y arrugadita cual pasita, tenga los huevos para ser tan raboverde como los cabrones con los que tengo más suerte en el amors: Nuestro querido cuerpo de Ruleteros, héroes anónimos que nos manejan lo que viene siendo toda la ciudad sin ayuda del Guía Roji. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡Que diosito me los guarde en su seno, lejos de asaltos o infartos para que tenga qué contarles aquí en este blog pachiche cuando se me acaben las ideas buenasbonitasybaratas y me den minutos de sano entretenimiento en lugar de brindarme un viaje en el que vaya tan divertida como huevo en salmuera!</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-70661832014114014482011-05-15T01:29:00.003-05:002011-05-15T01:36:13.450-05:00¡Miedo!<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Mi único temor es que todos mis ex [incluidos resbalones y one-night stands] se reúnan para destruirme o algo así bien fantasioso... y es que es tan posible porque todos son una bola de pendejos y pos ya saben lo que dicen las abuelitas y las señoras y así: ¡Dios los hace y ellos se juntan!</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esas son amenazas serias de la vox populi con carácter kármico de gran peso en la consciencia, ¡no mamadas!. Ahí se los dejo para que amenacen a sus peores enemigos, a sus hermanos(as), suegros(as), amigos(as), mascotas, maestros(as), cuñados(as), entre otros. Seguro sí les sacan un susto como para dejarlos con cara de "diosito, no escuches a esta mala persona que me amenaza tan feo".</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">*¿Notaron como usé mil "y" en el primer párrafo y ninguna en el segundo? ¡Soy bien chingona y ustedes no-o! [pero también muy modesta porque puse esta observación en letras chiquititas para que ningún cegatón lo note y así]*</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-87087712557823446352011-05-05T01:13:00.001-05:002011-05-05T01:13:25.697-05:00El plan perfecto (bueno, no).Me aterra pensar que estoy a año y medio de salir de la Universidad (si quieren ir dándome trabajo, se los agradeceré de antemano porque ¡bruto! necesito dinero para comprar el cargador de mi lap) y pensar en que tengo que hacer una reputerrima tesis para titularme… ¡me da el "estoy a dos del vahído y me abanico como señora".
<br>
<br>Además, ¡con una chingada, jijos de la mini-ñonga! Si yo hubiese querido pasar años de mi vida desperdiciados en una investigación, hubiera escogido como preespecialidad Investigación y Docencia, no Comunicación Organizacional ¿o no?
<br>
<br>Al final, mi tesis quedará archivada en la biblioteca de dos pesos de la FES para que no sea leída ni por las cucarachas que sobrevivirán al apocalipsis humano porque ellas estarán muy entretenidas comiéndosela y tanto tiempo investigando sobre la verga del muerto terminará como deshecho de animal rastrero-escoria de la vida-adefecio mal hecho y no se vale.
<br>
<br>Por eso, de ahora en adelante, como principal motivo en mi vida, buscaré otras formas de titulación (adiós "Titulación por promedio", al fin que siempre supe que tú y yo no estábamos hechas la una para la otra ¿y qué?) para evitar el engorroso papeleo y sinodales y entrevistas y quemadera de pestañas y la verga del muerto.
<br>
<br>Sino, me titularé por mi linda cara después de que me haga una cirugía que me deje despampanante y me den el puto papelito que no sirve mas que para decir que pasaste 4 años de tu vida entre libros y pedas y clases y pedas y exámenes para terminar asustando estudiantes mientras manejas un taxi.
<br>
<br>¡Abuebo!
<br>
<br>¡Ese plan es a prueba de tontos! Los quiero a todos en mi peda de graduación y así.
<br>Fin.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-40489595343593588612011-04-27T00:38:00.003-05:002011-04-27T13:13:33.957-05:00SubibajaY esto, Manolito, es como un subibaja: hay días buenos y tus pies están despegados del piso y hay días regulares en los que estás con ambos pies en la tierra; pero los días culeros… ¡híjole! <br />
<br />
Esos días son en los que te sientes tan seguro arriba y de repente "puuuuuum", sin avisarte te dejan caer y si no metes los pinches pies para aterrizar suavecito, terminas estrellándote los huevos contra el pavimento. Un dolor de aquellos. -le explicaba Anselmo justo antes de impulsarse hacia arriba y dejar que Manolito se precipitara al piso en el subibaja. <br />
Enviado desde mi oficina móvil BlackBerry® de Telcel<br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">[Update necesario: ¿Cómo jijos de la re putísima chingada le quito esa firma de "Enviado desde mi oficina móvil BlackBerry® de Telcel" al pinchi mail de la BlackBerry-goooeis? ¡Auxílienme! Porque qué pinchi pena que los post salgan con comercial y yo tan sin oficina y bien pobre y cero fantoche y la verga del muerto. </span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">**Sí, hasta que no sepa cómo hacerle, le dejaré la firma para recordarme mi constante estupidez y lack of shame, para ver si así aprendo.]</span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-40623131324494871362011-04-22T09:37:00.003-05:002011-05-16T00:09:04.049-05:00Sueños Gore¡Híjole, oigans! Acábome de despertar, aún tengo chingo mil de sueño y estoy desde el celular escribiendo esto, pero tenía que contar mis sueños con urgencia antes de que se me olviden. Si usted, es sensible, mejor deje de leer porque habrá sangre y esto parecerá el ¡Alarma! o película francesa de cine gore.<br />
<br />
Sueño Gore I.<br />
<br />
Estaba yo con mi familia, haciendo unas compras en el Centro Histórico de la Ciudá de México y habíamos dejado el carro en un estacionamiento público. So far, todo iba padriuris porque comprábamos muchas cosas y todos bien felices y qué padre y wow y ay, me vengo de la emoción y la verga del muerto pues ya íbamos de regreso a la casa.<br />
<br />
Nos trepamos al carro y emprendimos el viaje de regreso, así harto felices y cante y cante "Tooodos vamos en el auto a pasear, el auto perfecto estáaaa… oye su motor que hace 'run run run' cuando viaja de aquí para allá (…)", pero resulta que vivíamos al sur de la ciudad, ergo, tomábamos Periférico quesque para llegar en chinga.<br />
<br />
Pues total, como es típico en Periférico, nos íbamos encontrando personajazos en los carros vecinos: El Mirrreycar (un convertible viejito atasqueitor de mirrreyes), El Camión de Corona (es mi sueño y en mi sueño todos los vehículos usan los carriles centrales de Periférico), El Carro de Viejitos, La Limo con La Quinceañebria, El Taxi con una señora y demás.<br />
<br />
Yo acá sin pedos, venía pendejeando en la ventana y cántele y cántele hasta que escuché un pinche quemón de llantas y un desmadre. Pus como me espanté y todo, ahí voy de metiche y volteo: Un choque entre 2 carros, pero nada grave. Hasta aquí, todo leve pero me empezó a entrar una desesperación bien idiota porque pus a mi, esas cosas me ponen malita en los sueños y en la vida riiiiial.<br />
<br />
Seguimos nuestro camino y en la lateral, venía un camión de pasajeros, lo pasamos y de repente que se escucha otro choque pero más mamón que el anterior. Aquí es donde todo se pone bloody y gore y tripas y así. Les explico:<br />
<br />
El camión de pasajeros, como venía en putiza, accidentalmente atropellaba a un señor y pues, obviamente, lo hacía cagada y eso provocaba que el conductor perdiera el control así que se metía a los carriles centrales provocando una carambola bien gore porque:<br />
<br />
1) Golpeaba al Camión de Corona que a su vez…<br />
<br />
1.1) Descagaba al Taxi con una señora, y…<br />
<br />
1.2) Chocaba con otros carros, así como…<br />
<br />
1.3) Le daba un llegue bien cabrón por atrás a la Limo que traía a la Quinceañebria y sus Changoleones en el quemacocos sonrientes y saludando…<br />
<br />
1.3.1) Lo que provocaba que la Quinceañebria y los Changoleones salieran disparados hacia el pavimento y en todas direcciones:<br />
<br />
1.3.1.1) Un changoleon quedó embarrado (literalmente) en la fachada de una casa de la lateral.<br />
<br />
1.3.1.2) Otro, quedo cual Play-Doh sobre el asfalto al ser arrollado por un carro chocado en la carambola épica.<br />
<br />
1.3.1.3) La Quinceañebria salió disparada hacia el frente de la Limo de tal forma que cuando cayó al piso, lo hizo sobre su cabeza y pus bien pinche feo porque vi todo el mole y como empezaba a convulsionar.<br />
<br />
Mi papá, cual alma caritativa que es, así como todos los demás que vieron el accidente, detúvose para llamar ambulancias y ayudar a la gente mientras yo, sólo me hacía bolita sobre mi asiento con unas náuseas demenciales porque sí me ponen bien malita los accidentes. Desperté.<br />
<br />
Sueño Gore II.<br />
<br />
Figúrese usted que [Oh fuck!] me encantan mis sueños sobre zombies porque soy tan buena matándolos que parezco Milla Jovovich en Resident Evil y [Oh fuck!] amo los apocalipsis zombies que mi inconsciente crea para mi deleite y así, pero esta vez como que se pasó de cabroncito.<br />
<br />
Generalmente, mis sueños de zombies están atascados de éstos y mis seres queridos ni aparecen porque pus no me dejan pensar claramente y pus una heroína como yo no mezcla el corazón con la razón y pus yo mato zombies, masco chicle, pego fuerte *tururú*. Mas sin en cambio, este sueño estuvo lleno de lo que vienen siendo mis seres queridos.<br />
<br />
Como todo el mundo-como-lo-conocemos estaba repleto de muertos-vivientes, nos refugiábamos en una casa, nos atrincherábamos y salíamos de día a surtirnos de proviciones. En este lugar, vivía con mi famili, Jonaz, tíos y tías, primos grandes y chiquitos y unos cuantos anexados que una va adoptando después de salvarlos de un ataque zombie.<br />
<br />
Pero, ahora que lo pienso, éste no está tan gore y parecía un apéndice de The Walking Dead sin tantas cosas interesantes y puro sentimentalismo barato del que me inunda cada que me agarra dormida y así. Si apareció un pinche zombie en el sueño, fue mucho. Así que mejor ahí la dejamos.<br />
<br />
Desperté.<br />
<br />
(Alguna duda, sugerencia, ¿INTERPRETACIÓN? Son bienvenidas, especialmente las interpretaciones. Gracias.)Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-85261165885515416222011-04-20T13:30:00.007-05:002011-04-20T13:30:01.508-05:00¡Ay, me duele la nalga izquierda, creo que me dará un infarto! [porque amé esa frase *se ríe como idiota*]<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">¡Conjuntivitis a la vista!</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si se me va algún acento o coma o punto o algo, no me estén chingando porque, en primer lugar, no traigo los lentes y a estas alturas de la vida ya no distingo bien las letras [eso de andar escribiendo y viendo el teclado is so 1993]; en segundo lugar, ¡HORROR! mi ojito izquierdo anda de drama-queen y no deja de arder y está como si se hubiera puesto una pachequiza el solito y pos no está padriuris porque no me invitó ni un toquesito; y en tercer lugar, este es mi blog y se me pueden ir los errores que yo quiera, para eso lo tengo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Terminadas las aclaraciones, cuéntoles: Me puse malita. Usted dirá "<b>¡Esta pendeja es una pinchi hipocondriaca! ¡Eso ya no es novedá!</b>", pero no malita de <i>¡Ay, me duele la nalga izquierda, creo que me dará un infarto! </i>o de <i>¡Ay, mi ojito se me va a caer porque me arde y soy bien pussy!</i>, no señor, sino malita como de los sentimientos, cosa que está bien pinche pinche porque una tan casi cuarto de siglo y todavía haciéndole a la mamada con esas cosas, pos como que no.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Resulta ser que ahorita traigo un batidillo sentimentaloide como bien asqueroso *puaag*, desos que le dan a una mujer normal cuando anda hormonal pero que a mi me dan cuando ando en la pendeja; o cuando ando de chismes en mis fotos y me encuentro unas de otros tiempos cuando éramos ricos y felices y nos bañábamos en champañññ y nos limpiábamos la cola con billetes de $600 CND, los mocos con los de $1,200 CND y secábamos las lágrimas tcon los de $10 CND; o cuando de plano no sé si voy, vengo, me regreso o me vengo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">A ver, díganme ¿por qué chingados la vida era tan maravillosa a mis 21 y ahorita a los casi 25 está tan de la ñonga del muerto? Se supone que tendría que ser al revés ¿no? A los 25 debería estar disfrutando de la abundancia, del red-head-big-dick y de las idioteces de mi queridísimo Joaquín, pero ni abundancia, ni perro que me ladre [Jonaz es aparte, a él no lo metan en esto] ni Joaquín. ¿Acaso está llegando el momento de volver a irme a tierras desconocidas?</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Así como con ganas de volver a mandar todo al coño de una prostituta de Sullivan e iniciar una nueva vida en sabrá dios-padre-redentor-aplaca-tu-ira-y-tu-rigor dónde. De decir: "<i>Tú, tú y tú... sí, tú: ¡Chingan a su madre por brutos y groseros y ciegos y pasaditos de cabrones!</i>". De volverme viejita y tener la autoridad que la edad y le experiencia le confieren a una, cual Poder de Grayskull, de decirle "pendejo" a cualquier persona porque la edad y la experiencia te dicen que a huevo tienes razón. De comerme mi <a href="http://plixi.com/p/93535654">paleta de dadito</a>.</span><br />
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y ya. No me juzguen por usar mi blog de consolador [porque esta madre ni vibra ni me causa orgasmos]. Mejor quiéranme, sáquenme a que me dé el solecito, invítenme unas chelas y a un chichero [sí, sigo de necia con que quiero ir a un chichero ya que nunca fui al Cine Teresa] o, de a jodidos, denme una palmadita en la espalda cuando me vean en la calle porque ando de nenita quejica crap y hace mucho que no andaba así de tarada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando se me pase, mándeme mucho a la chingada por andar escribiendo estas cosas en el blog y no conseguirme un terapéuta. Yo les aviso cuando eso suceda. Gracias.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1763552430094618215.post-25953849170940527262011-04-19T16:08:00.004-05:002011-04-20T11:20:39.128-05:00Mis regresos esporádicos al blog o De cómo ser inconstante en un blog.<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Debería tener más vergüenza por abandonar este blog pachiche, pero la verdad esas cosas no se las manejo. Últimamente, he perdido mis penas, y no porque sea un asunto de leer un libro de auto-ayuda con un título rimbombante [no, no puedo dejar de sentir escalofríos con esa pinche palabra] como "Las Penas con Pan Son Buenas" or so, ¡NO! sino que creo que las perdí en el metro, me las robaron en el micro mientras dormía y babeaba o simplemente de hartaron de mi y se fueron a dar la vuelta porque he hecho una de estupideces que ni diospadre.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Imagínese, usted que, en mi primer día de clases de Producción Televisiva [¡Aaaay gooooeis!], me ofrecí de voluntaria [¿desde cuándo me salió la mañita de ser voluntaria? ¡ven lo que les digo!] para que mis compañeritos de la Cámara-2 me hicieran las típicas long-shot, medium-shot y la-verga-del -muerto-shot y así familiarizarnos con las cámaras y los movimientos y demás. </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">'Tons, ahí estaba paradota cual bolita de plastilina amorfa y tan divertida como huevo en salmuera, cuando la maestra pidió que las tres cámaras me enfocaran e hiciésemos un ejercicio para manejar lo que viene siendo "El Cambio de Cámaras". Júroles que ese día no había tomado diazepam, pero no sé cómo chingados terminé hablando sobre dildos, pelos y teiboleras delante de toda la clase... ¡así nomás sin tapujos! Todos se rieron de mí y yo ni me puse tantito roja como otrora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Otro día, iba yo sentada en un camión sobre Reforma, muy tranquilita con el volumen bajito en los audífonos, sin dañar a nadie y pensando en la reproducción sexual del plancton, cuando se trepa un pelado de 1.90 y se sienta a mi lado después de sonreírme, muy coqueto él. De la nada, me empezó a hacer la plática sobre mi perfume y una cosa nos llevó a otra y terminamos hablando de relaciones sentimentales y de que él era libre como el viento y así, sin más, me dijo: "(...) es que la verdad yo soy muy caliente". </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Eso salió justo cuando hay uno de esos silencios sepulcrales a lo largo y ancho del camión. Varios voltearon a vernos y yo ni me inmuté. Seguimos platicando como si nada, me despedí muy amablemente y me levanté, pero en el camino hacia la puerta, las miradas acusadoras me siguieron hasta que me bajé del camión. Y yo no me puse tantito roja como otrora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Después, un día regresaba temprano de la escuela y, de igual forma, venía muy tranquilita en el camión hasta que se sentó a mi lado un tipo que venía igual que yo: metidísimo en la burbuja que [Oh, thank god!] nos proporciona un iPod. Como el karma gusta de jugar con mis sentimientos, yo tuitée que el muchacho en cuestión venía haciendo air-guitar y me reí con ustedes vía tuiter y fuimos felices.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Guardé de nuevo mi celular en la bolsa de mi pantalón, pero no me di cuenta de mi estupidez de haberle picado accidentalmente el botón de "play" y ¡chíngale! desde el paradero del metro 4 Caminos, pasando por el transborde del metro Tacuba hasta el metro Camarones y las calles que recorrí hasta mi casa, el celular estuvo sonando. </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Afortunadamente no traigo conmigo mis exitosos lados B, sino puro rock y mérol y jazz y puro poder, sino sí me hubiera dado pena, pero está igual de pinche andar como naca con la música del celular a todo volumen y peor, como si no fuera suficiente traer los audífonos puestos, pero... yo ni me puse tantito roja como otrora.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Finalmente, como todos sabemos, ni mis manos ni mi cabeza se pueden estar en santa paz porque nomás se aburren y valió madres, es decir, me entran unas ganas por hacerle cambios a mi cabello y como soy bien pinche necia y experimental y la ñonga del muerto, pues agarro y me corto el cabello como puedo y esta vez no fue la excepción: ¡Regresó el felquillo vengador! Sí, ese mismo que traje algunos años *click <a href="http://sourgirlopina.blogspot.com/2009/01/porque-el-publoco-lo-pidio.html">aquí</a> por si no recuerda*. Bendita sea la virgencita de las trenzas porque no hice lo mismo con el resto de mi cabello.</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y así, después de andar autoquemándome aquí como ya es costumbre, pídoles, desde el fondo de mi corazón arrítmico y pachiche y fumador y así, como servicio a la comunidad al puro estilo del Canal 5: No sean cabrones y ayúdenme a buscar mis vergüenzas y mis penas. </span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me da miedo que al rato ande como loquita desnuda por la calle y yo ni me inmute o me ande besuqueando en los pastos de la escuela con algún pendejo así como si nada o que en el próximo programa de Producción Televisiva [¡Aaaaay, gooooeis!] se me salgan unos albures y chistes subidos de tonos al estar hablando del vermicelli o algo. Esas cosas no son de señoritas y hacen llorar al niño dios.</span><br />
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<span class="Apple-style-span" style="font-family: Verdana, sans-serif;">Digo, de compas ayúdenme ¿no? Mínimo para venir más seguido a escribir por acá.</span></div>Unknownnoreply@blogger.com0