¡Albricias! [Bueno no, pero imagínense que sí]
En realidad no ha pasado alguna aventura digna de contarse en este blog que parece mi hijo bastardo [por aquello de que vengo a visitarlo cada que me acuerdo de su existencia], pero pus nomás por mera cortesía vengo a escribir algo. Resulta que con los cambios mencionados en la entrada anterior, me di a la ardua tarea de buscar trabajo [sin éxito hasta el momento].
He andado entaconada y trajeada por la vida; una vez, por culpa de los zapatos, casi pierdo la vida [me salvé gracias a que una señora me agarró del brazo y no azoté a media calle, poniéndome de pechito para que un carro me atropellara con facilidad]; me perdí cerca de Televisa San Ángel; la misma semana se me descompuso la lap, el celular, el estómago y las vías respiratorias... bueno, soy un caso digno de Catemaco.
Afortunadamente, la lap fue arreglada hace unos minutos y escribo esto desde ella; el celular necesitó una actualización de software [las cuales, sería maravilloso que BlackBerry avisara con tiempo antes de que se me muera el cel y ande corriendo en círculos y llorando]; el estómago está en reparación gracias a Genoprazol y a Svelty Gastro Protect [*aplausos por los comerciales gratis*]; y las vías respiratorias están como nuevas [bueno no, pero casi].
Y ya, eso es todo. En cuanto aborde un taxi o me ligue a un viejito en la calle o recuerde alguno de mis traumas de infancia, vengo y les cuento. Mientras, tengan paciencia, siéntense y hagan de cuenta que el blog anterior y éste son los TVyNovelas vetustos en una sala de espera. Denles una hojeadita y así, en lo que mi vida sigue más aburrida que la de un huevo en salmuera y hago una entrada bonita para este blog.
He andado entaconada y trajeada por la vida; una vez, por culpa de los zapatos, casi pierdo la vida [me salvé gracias a que una señora me agarró del brazo y no azoté a media calle, poniéndome de pechito para que un carro me atropellara con facilidad]; me perdí cerca de Televisa San Ángel; la misma semana se me descompuso la lap, el celular, el estómago y las vías respiratorias... bueno, soy un caso digno de Catemaco.
Afortunadamente, la lap fue arreglada hace unos minutos y escribo esto desde ella; el celular necesitó una actualización de software [las cuales, sería maravilloso que BlackBerry avisara con tiempo antes de que se me muera el cel y ande corriendo en círculos y llorando]; el estómago está en reparación gracias a Genoprazol y a Svelty Gastro Protect [*aplausos por los comerciales gratis*]; y las vías respiratorias están como nuevas [bueno no, pero casi].
Y ya, eso es todo. En cuanto aborde un taxi o me ligue a un viejito en la calle o recuerde alguno de mis traumas de infancia, vengo y les cuento. Mientras, tengan paciencia, siéntense y hagan de cuenta que el blog anterior y éste son los TVyNovelas vetustos en una sala de espera. Denles una hojeadita y así, en lo que mi vida sigue más aburrida que la de un huevo en salmuera y hago una entrada bonita para este blog.
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